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En septiembre de 2012, con el patrocinio del Fondo
de Cooperación y Desarrollo Internacional (TaiwanICDF), se
realizó la “Conferencia Internacional sobre la Cooperación
en el Desarrollo Internacional y la Experiencia de
Taiwán”. Dicha conferencia estaba compuesta por varios
ministros de gobiernos de países amigos, funcionarios de
organizaciones internacionales de cooperación y desarrollo,
académicos y expertos, así como representantes de
organismos de asistencia internacional provenientes
de los EE.UU.,Japón y Taiwán. El debate se centró en
las tendencias de ayuda internacional, en los Objetivos
de Desarrollo del Milenio de la ONU, en la experiencia
adquirida por Taiwán respecto a la ayuda exterior así como
sus implicaciones y, por último, en el establecimiento de
coaliciones progresivas a nivel mundial.
En su discurso ante la conferencia, el presidente Ma
Ying-jeou señaló que, aunque la República de China no es
miembro de la Organización de las Naciones Unidas (ONU)
y por lo tanto, no puede participar en sus programas,
Taiwán sigue demostrando un firme compromiso por la
cooperación en el desarrollo, dedicando un gran esfuerzo
a la promoción de proyectos de desarrollo, convirtiéndose
en socio colaborador para el desarrollo y la cooperación
internacional de muchos países del mundo y avanzando
junto a ellos para alcanzar los Objetivos de Desarrollo
del Milenio de la ONU, contribuyendo de esta forma a
que miles y miles de personas puedan recoger los frutos
de la cooperación en el desarrollo. El ex presidente del
Banco Mundial, Robert B.Zoellick, también expresó en
dicha conferencia su esperanza de que Taiwán podrá
transformar la tradicional estructura cooperativa de ayuda
exterior en una fuerza “económica intelectual”, mediante
una cooperación regional, bilateral e internacional, sin
depender de las relaciones diplomáticas entre países y
por lo tanto, ¡contribuir en mayor medida, al desarrollo y
cooperación global!
Diversificación de los enfoques para las ayudas
y la búsqueda de la eficacia
Una visión general de las tendencias en materia d
ayuda internacional revela que, en el período inicial, todos
los países industrializados avanzados consideraban que la
ayuda exterior formaba parte de las políticas diplomáticas
en su conjunto. No obstante, desde el término de la
Guerra Fría, se ha ido desarrollando una tendencia
generalizada a nivel internacional, en la que la política de
ayuda exterior se ha independizado de la diplomacia y se
combina con los elementos de reducción de la pobreza y
ayuda humanitaria; un modelo de ayuda con conciencia
humanitaria que ha ido gradualmente mayor relevancia y
adquiriendo un amplio consenso.
En la Declaración del Milenio, aprobada en
septiembre de 2000 por las Naciones Unidas, se
establecieron ocho objetivos de desarrollo (MDG) que
hoy en día se han convertido en importantes puntos
de referencia para examinar la eficacia de la ayuda al
desarrollo. Además, en la Declaración de París sobre la
Eficacia de la Ayuda al Desarrollo, aprobada en marzo de
2005 por la Organización de Cooperación y Desarrollo
Económico (OCDE), se propusieron cinco criterios de
ayuda, así como 12 indicadores para evaluar su eficacia.
La propuesta ofrecía un modelo concreto de cooperación,
tanto para los países donantes como para los receptores,
que permite valorar el cumplimiento efectivo del marco de
compromisos.
Siguiendo estas normas, cada uno de los países
donantes y organizaciones internacionales han ido
implementando asiduamente sus programas de asistencia,
además de ir probando múltiples formas de cooperación:
el ejercicio de una autoridad efectiva sobre la política y
las estrategias de desarrollo y distribución de recursos
por parte de los países receptores, los cuales coordinan
entre ellos las acciones correspondientes; apoyo al
desarrollo de estrategias y procedimientos de ejecución
así como de las instituciones de cooperación en los países
receptores; acciones armonizadas y transparentes de
los países donantes que conlleven un efecto sinérgico
y una mejor administración de recursos. De esta forma,
tanto los donantes como los socios son responsables
de los resultados del desarrollo y esperan cumplir los
compromisos que se resaltan en la Declaración de París:
apropiación, alineación, armonización, gestión orientada a
resultados y responsabilidad mutua.
Integrar los recursos limitados de ayuda
exterior y continuar la reforma del desarrollo
Taiwán lleva 50 años participando en proyectos
de desarrollo y cooperación internacional. El gobierno
estableció en 1996 el Fondo de Cooperación y Desarrollo
Internacional (TaiwanICDF) con el objetivo de integrar
los limitados recursos de asistencia y para actuar como
organismo exclusivo responsable de la administración de
Logros y avances:
Refuerzo de la cooperación en el plano internacional
y promoción de la política diplomática de Taiwán
Prólogo