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La dieta cotidiana del pueblo de
Kiribati carece de frutas y hortalizas, por
lo que prevalecen las enfermedades
crónicas en el país y la tasa de
mortalidad causada por la diabetes
se ubica en el primer lugar entre los
países insulares del Pacífico Sur. De este
modo, TaiwanICDF ha llevado a cabo
el Proyecto de Horticultura a partir del
año 2004. El proyecto tiene la finalidad
de fortalecer las técnicas de producción
de las verduras y frutas, así como la
promoción del consumo de hortalizas
entre la población.
Durante el año 2015 se mantuvo
en ejercicio el Proyecto de Mejora en
la Nutrición que tiene una duración de
seis años. El contenido del proyecto
no sólo consiste en despejar el terreno
para la nueva finca, utilizar los materiales
locales para hacer composta, aplicar los
probióticos para aumentar la producción,
así como establecer los mecanismos
para la supervisión nutricional, el diseño
de menús, y la mejora ambiental de los
servicios de comedores. Se espera que
la regulación nutricional de los almuerzos
escolares fomente el concepto de la
dieta equilibrada, lo que luego mejorará
la salud del pueblo de Kiribati.
Lee E i - l ong , gr aduado de l a
Maes t r í a de l Depa r t amen t o de
Horticultura y Arquitectura Paisajística
de la Universidad Nacional de Taiwán,
realizó la prestación social sustitutoria
(alternativa del servicio militar) en la
Misión Técnica de Taiwán en Guatemala.
Luego, se incorporó a TaiwanICDF como
técnico especialista de horticultura
que presta su servicio en el extranjero.
El destino de su primera misión fue
Kiribati, donde prestó su servicio durante
varios años. Al tratar de los desafíos
enfrentados en la realización de los
proyectos agrícolas, Lee menciona
que en primer lugar, como el suelo
de Kiribati es arenoso y coralino,
carece de sustancias orgánicas y
micronutrientes. Más aún, por la escasez
de recursos hídricos y la salinización
del agua subterránea, las condiciones
ambientales para el cultivo son
sumamente desfavorables. En segundo
lugar, el pueblo de Kiribati depende del
acceso a las aguas subterráneas, como
consecuencia, el gobierno prohíbe el
uso de fertilizantes químicos y pesticidas
para evitar la contaminación. De este
modo, las plagas y enfermedades
amenazan el campo y el tiempo caluroso
ocasiona la proliferación de botritis en
las crucíferas.
Aplicar la agricultura natural para
combatir las plagas y enfermedades
Lee Ei-long recuerda que cuando
llegó a Kiribati, hace varios años, estaba
muy preocupado por la severidad del
ambiente. La motivación de proteger
esta tierra pura que está próximo a
desaparecer hizo que aprendiera
nuevamente la metodología de la
agricultura natural. Es decir, hacer
composta con estiércol de cerdo,
residuos de coco y residuos alimentarios,
aprovechando la alta temperatura
producida por el compostaje para
destruir los huevos de parásitos, lo
que sirve para combatir la enfermedad
parasitaria causada por el nematodo
agallador. Se utiliza el aceite de Neem
y la emulsión de sapindus, e incluso
se emplea mariquitas para prevenir
y controlar las diferentes plagas del
campo. Por otro lado, se usa la mezcla
del polvo de concha de ostra (calcio
biológico), el guano (fósforo mineral) y
la harina de algas (abonos potásicos y
micronutrientes) como fertilizantes para
mejorar la calidad de los productos
agrícolas, por ejemplo, pueden
aumentar considerablemente la dulzura
de las sandías y melones.
Lee Ei-long señala alegremente que
el esfuerzo dedicado no sólo se muestra
en los rendimientos del proyecto;
además, ha ganado elogios en público
por Tiarite Kwong, el Ministro de Medio
Ambiente, Tierras, y de Desarrollo
Agrícola de Kiribati. El hecho fue un
reconocimiento a la implementación
regionalizada de las “técnicas agrícolas”
que incrementó la calidad de las
verduras, también se reconoció que
el “cultivo orgánico” tiene en cuenta el
desarrollo sostenible del medio ambiente
y la agricultura; así como el “cambio
de costumbres alimentarias” reduce la
prevalencia de las enfermedades no
transmisibles, lo que por un lado baja los
gastos nacionales de la salud pública y
medicina, y por otro, alarga la esperanza
de vida.
“A lo largo de estos años, me he dado
cuenta de que no venimos aquí, con
nuestra cultura y nuestra alta tecnología
agrícola, a “enseñar” a los lugareños,
sino que venimos a “aprender” a convivir
con esta tierra y el medio ambiente de
manera amigable. Hay que aprender a
cómo hacer buen uso de las materias
que poseemos y maximizar el valor
agrícola con la innovación, permitiendo
que el “desarrollo sostenible” se
haga realidad en este país insular tan
hermoso”. Así lo espera Lee Ei-long con
mucho entusiasmo.
Misión Técnica de Taiwán en Kiribati
Lee Ei-long, técnico especialista
Maximizar el valor de la agricultura con la
innovación y hacer realidad el desarrollo
sostenible
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Entrevista