

En septiembre de 2000, las Naciones Unidas publicaron
la “Declaración del Milenio” y propusieron ocho “Objetivos
de Desarrollo del Milenio” (ODM) con el fin de fomentar
la cooperación para el desarrollo global, encaminándolo
hacia un mundo más pacífico, próspero y justo. Con
la expiración de los ODM en 2015, la comunidad
internacional ha empezado a revisar los objetivos en
relación a sus carencias y logros, lo que permitirá proyectar
planes de continuidad.
Según el Informe de 2015 sobre los Objetivos de
Desarrollo del Milenio, la cantidad de personas que
viven en la pobreza extrema se ha reducido a más de la
mitad, logrando el objetivo con cinco años de antelación;
asimismo, la mortalidad mundial por paludismo ha
disminuido más de un 58%, la población con nutrición
insuficiente ha reducido a más del 8% a nivel mundial, la
tasa de mortalidad materna ha disminuido en un 45% y la
tasa de mortalidad de niños menores de 5 años ha caído a
más de la mitad; la tasa de población que utiliza una fuente
de agua mejorada ha pasado del 76% al 91%, y 2.100
millones de personas han obtenido acceso a saneamiento
mejorado a nivel mundial. Por otra parte, la asistencia oficial
para el desarrollo aumentó en un 66% en un plazo de 15
años, alcanzando 135.200 millones de USD; el número de
usuarios de telefonía móvil ha alcanzado cerca de 7.100
millones, un 95% de la población mundial tiene cobertura
de señal de telefonía móvil, y la penetración de Internet ha
crecido del 6% al 43%, lo que deja a unas 3.200 millones
de personas conectadas en red.
En general, los ODM han contribuido a mejoras
significativas en el crecimiento económico, la salida de la
pobreza, y la construcción de la paz en los países menos
desarrollados (PMD), los países de renta media (PRM)
y los que sufren por los conflictos internos y externos.
Incluso, los ODM también han ayudado en el progreso de
ámbitos como la reducción de desigualdad de género,
el ofrecimiento de la atención sanitaria completa y el
establecimiento de las políticas de seguridad social.
Considerar las fortalezas de Taiwán y las
necesidades de los países socios para
responder a las tendencias de asistencia para
el desarrollo internacional
Revisando el año 2015, TaiwanICDF ha recurrido al
espíritu de los principales indicadores de los ODM para
aprovechar las áreas de mayor ventaja comparativa
de Taiwán y enfocar los recursos en el desarrollo de las
operaciones anuales de carácter prioritario. En el ámbito
de agricultura, para responder al Objetivo 1: “erradicar
la pobreza extrema y el hambre”, los proyectos se han
centrado en la producción para mejorar las capacidades
de producción, logística y comercialización en nuestros
países socios. Durante los últimos años, TaiwanICDF
también ha realizado medidas orientadas a las
características regionales y las necesidades de desarrollo
de nuestros países socios, proporcionándoles adecuados
planes de solución que al mismo tiempo afianzaba la
relación de alianzas con las agencias internacionales
especializadas. De este modo, a través de la integración
de las áreas de experticia taiwanesa en la red de recursos
internacionales preexistentes, hemos proporcionado un
desarrollo agrícola sostenible a nuestros países socios.
En los aspectos de salud pública y medicina, la
atención sanitaria de Taiwán se desarrolla con la división
de trabajo basada en la especialización, y a su vez
cuenta con abundante experiencia en el establecimiento
de políticas públicas, la promoción de salud pública, el
desarrollo del sistema de salud comunitario y el control
de epidemias. La estrategia de salud pública y medicina
a mediano y largo plazo que adopta TaiwanICDF no sólo
tiene en cuenta las fortalezas de Taiwán y las necesidades
de los países socios, sino también integra los recursos
de las instituciones médicas de Taiwán, para responder
a las tendencias internacionales de asistencia para el
desarrollo. TaiwanICDF impulsa proyectos asociados
a la salud materna y a la prevención y control de las
enfermedades crónicas, así como otros proyectos que
responden a los objetivos de ODM, por ejemplo, los de
“reducir la mortalidad de los niños menores de 5 años”,
“mejorar la salud materna” y “combatir el VIH/SIDA,
el paludismo y otras enfermedades”. Sumado a ellos,
construye progresivamente las capacidades de los países
socios a través de los envíos de expertos y la ejecución
continua del Programa de Formación del Personal Sanitario
de los Países Amigos, lo que incluye el fortalecimiento
de la infraestructura básica, del sistema de información
sanitaria, de la capacidad de investigar y de la formación
del personal sanitario, maximizando el impacto de las
intervenciones.
En el ámbito educativo, debido a que muchos países
en desarrollo carecen de recursos y capacidades para
establecer y desarrollar de manera eficaz los recursos
humanos, TaiwanICDF asiste a los países aliados y amigos
en el desarrollo del capital humano y en la mejora de
las capacidades técnicas y profesionales mediante el
Programa de Becas de Educación Superior, los talleres
personalizados y las capacitaciones técnicas a corto plazo.
Respecto a las tecnologías de la información y la
comunicación (TIC), en vista de que las TIC favorecen
a la educación, al empoderamiento de la mujer y a
la transparencia y responsabilidad gubernamental,
TaiwanICDF aprovecha las lecciones aprendidas en el
desarrollo del gobierno electrónico (e-gobierno) para asistir
a los países socios en la construcción de documentos
Planificar orientaciones y estrategias alineadas al contexto del
desarrollo sostenible
Orientación y planificación estratégica
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