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Operaciones
“Hola, me llamo Lucía.”, Hsiao-
chun siempre se presenta de esta
manera amistosa ante los lugareños, al
comenzar su trabajo como voluntaria de
comercialización agrícola. Y en todas
las veces, la gente le responde con una
cara de sorpresa, ya que, casualmente,
el país donde presta servicio se llama
Santa Lucía.
Le preguntamos a Hsiao-chun
por qué quiso dejar su trabajo como
analista de trayectoria en marketing
de una empresa extranjera y brindar
sus servicios en un país totalmente
desconocido, y nos respondió con
mucha naturalidad: “Es que quiero
ofrecer a la gente algún servicio que
sea significativo, antes de llegar a
la mitad del rodaje de mi vida”. Por
este motivo, llenó su solicitud del
voluntariado de TaiwanICDF en el
extranjero. Tras recibir la notificación
de aceptación y luego, la formación
correspondiente, inició su anhelado
servicio en el extranjero que durará dos
años.
Santa Lucía se encuentra en el
centro de las Antillas Menores de la
parte oriental del mar Caribe. Aunque
es un lugar turístico muy famoso,
siempre ha existido un problema de
desarrollo agrícola, causado por el
clima caluroso, la superficie limitada
de tierras cultivables y el reducido
mercado nacional.
La voluntaria de comercialización
ganó elogios del país amigo por su
profesionalidad
Hs i ao - chun posee e l g r ado
de má s t e r de una i n s t i t uc i ón
norteamericana, y se ha dedicado
mucho tiempo al comercio. Pese a no
estar familiarizada con la agricultura,
ha aplicado el espíritu militante
del mercado laboral; ella aprende
haciendo, y así logró transmitir su
especialidad de comercialización a los
funcionarios y productores agrícolas.
En su etapa profesional previa en
Taiwán se dedicaba al análisis
de ventas de diversos productos
comerciales, y teniendo que pelearse
con los números en el despacho,
en esa posición las jornadas que se
extendían hasta trasnochar era algo
habitual en su trabajo. En cambio, la
forma de trabajo en Santa Lucía era
totalmente diferente, se dedicaba a
acompañar a los funcionarios colegas
del Ministerio de Agricultura a visitar a
los agricultores y organizar seminarios
de cultivo y siembra. También pasaba
por los mercados tradicionales para
capacitar a los asistentes locales y
hacer entrevistas a los dueños de los
comercios. Todas estas actividades le
permitían analizar las ventas y brindar
nuevas informaciones comerciales a
los productores, consiguiendo sustituir
exitosamente la antigua dependencia
a la importación de verduras por “la
producción local para la venta local”.
No sólo los logros obtenidos de la
ejecución de los proyectos ganaron el
reconocimiento de sus compañeros
del Ministerio de Agricultura, sino
también se generó una conexión de
compañerismo al trabajar en equipo. En
cuanto a su opinión acerca del desafío
de la diferencia intercultural, Hsiao-
chun expresó: “Todas las personas
son iguales, la diferencia solo es el
color de la piel; aunque el entorno de
trabajo sea diferente, mi actitud hacia
el trabajo sigue siendo la misma”. En
relación a este servicio de casi 700
días, ella mencionó que su gran logro
fue el entendimiento y colaboración
mutua que llegó a cultivar con los
compañeros locales. Aprecia mucho
esta experiencia tan especial, ya que
fue un trabajo transnacional, donde
estuvo con personas de otro país y
comunicándose completamente en
inglés.
En esta isla tan hermosa que ocupa
una superficie de 620 km
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, Hsiao-chun
aprovecha su tiempo libre para tocar
el piano, estudiar literatura inglesa,
ver series extranjeras, ir de excursión
con sus amigos durante los fines de
semana, y disfrutar de la playa, el sol
y los bonitos paisajes, que son las
grandes beneficios de trabajar como
voluntaria en el Caribe. Por tanto,
comentó que este viaje le ha hecho
comprender que en la vida, en realidad,
puede haber otras opciones.
Quizás, el hecho de que Lucía
llegara a Santa Lucía para prestar
servicios ya estaba prescrito en su
destino.
Yeh Hsiao-chun, voluntaria de comercialización agrícola
en Santa Lucía
Encontrar el verdadero significado del
servicio en la mitad de la vida
Entrevista
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