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Acoger el futuro del desarrollo sostenible,
desde el punto de inflexión de la era
Prólogo del Presidente
El año 2014 puede ser considerado como un punto
histórico de inflexión para la cooperación y desarrollo
internacional. Volviendo la vista hacia la etapa anterior, la
Declaración del Milenio presentada por la Organización
de Naciones Unidas (ONU) en el año 2000 expirará
en 2015 y, gracias a los esfuerzos de todas las partes
interesadas, en esta fase ya se han obtenido resultados
en relación con las propuestas definidas por los ocho
objetivos principales.
Según el Informe de los Objetivos de Desarrollo del
Milenio, la población que vive con menos de 1,25 USD
al día, se redujo desde un 47% en 1990 hasta un 22%
en 2010, lo que muestra que el objetivo de reducir la
pobreza extrema a la mitad se ha cumplido cinco años
antes de lo programado; la tasa mundial de mortalidad
por paludismo también disminuyó más de un 25%
entre 2000 y 2010, evitando alrededor de 3,3 millones
de muertes por esta enfermedad hasta el año 2012.
El porcentaje de población que sufre de desnutrición
bajó del 23,2% de 1992 al 14,9% de 2012. Estos logros
sin precedentes han transmitido ánimo a todos los que
han dedicado sus esfuerzos a la causa, haciendo que
resplandezca la eficacia de los trabajos de asistencia.
De los Objetivos del Milenio al desarrollo
sostenible
En base a los resultados y a la orientación de la etapa
anterior, ponemos ahora nuestra mirada en los próximos
quince años. Cómo alcanzar metas más ambiciosas se
ha convertido en la principal tarea de toda la comunidad
internacional.
En 2012, el Panel de Alto Nivel sobre Sostenibilidad
Mundial de la ONU anunció una serie de Objetivos de
Desarrollo Sostenible (ODS) como seguimiento de la
agenda para los Objetivos de Desarrollo de Milenio
(ODM). En diciembre de 2014, el Secretario General
de la ONU, Ban Ki-moon, en su informe “El camino
hacia la dignidad para 2030: acabar con la pobreza
y transformar vidas protegiendo el planeta”, proponía
tres ejes fundamentales para la promoción y defensa
de los derechos humanos— poner fin a la pobreza
extrema, garantizar el bienestar de todos (las mujeres,
los jóvenes y las etnias minoritarias) y proteger el medio
ambiente natural— enfatizando los 17 ODS y las 169
metas, como nuevas estrategias y directrices para el
desarrollo mundial. El informe también sentó las bases
para la Conferencia Internacional sobre Financiación de
Desarrollo que tendrá lugar en Etiopía en julio de 2015,
la cual aspira a establecer un marco de financiación
para la Agenda de Desarrollo Post-2015. En la Asamblea
General de la ONU, que tendrá lugar en el mes de
septiembre en Nueva York, cada uno de los Estados
miembros deberá establecer objetivos para el desarrollo
sostenible; mientras que en la Conferencia Internacional
sobre el Cambio Climático que se celebrará en París
en el mes de diciembre, se prevén nuevos acuerdos
internacionales sobre protección del medio ambiente.
A pesar de que la República de China (Taiwán) no es
actualmente uno de los Estados miembros de la ONU,
nuestro país ha participado activamente durante más de
50 años en la cooperación y desarrollo internacional. El
logro de Taiwán en su desarrollo económico, conocido
como el “Milagro de Taiwán”, fue el exitoso resultado
de diversas formas de asistencia de la comunidad
internacional, junto al esfuerzo conjunto del Gobierno y la
población. Por ende, Taiwán comprende profundamente
que todos los países, tanto pobres como ricos,
comparten el mismo destino. En este momento clave
para la agenda de desarrollo de la ONU, Taiwán, como
miembro de la aldea global, se ajustará al consenso
sobre el desarrollo y la cooperación internacional, y
continuará impulsando las alianzas para el progreso y el
desarrollo sostenible, procurando compartir su exitosa
experiencia con los países en vías de desarrollo.
Impulsando la eficacia y la eficiencia, en línea
con las tendencias de cambio internacional
Los proyectos de cooperación internacional siempre
han supuesto una parte importante de las tareas
diplomáticas de la República de China (Taiwán). Como
organismo especializado en la asistencia internacional
al desarrollo de Taiwán, el Fondo de Cooperación y
Desarrollo Internacional (TaiwanICDF, en inglés) tiene
la gran responsabilidad de ayudar a promover los